sábado, 11 de septiembre de 2010

La atroz presencia del odio y el resentimiento

humano pervive en la barbarie que tiene en el 11S de 2001 una muestra de su desastre. Pero, no se puede ser versallesco y entregado con los "poderosos" (el miserable poder del terror y del matonismo) al tiempo que avasallador y cruel con la buena gente (amparados en la libertad y en la ley). Sólo la amenaza de quemar libros de El Corán ha movilizado a todo el mundo, entre ellos a quienes pudieran cocinar impunemente un Cristo en la tele. La cobardía tiene muchos rostros.

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