lunes, 21 de marzo de 2016

La alcaldesa del Hospitalet llama al obispo Omella

 
para que purgue a un sacerdote porque, en un arrebato laicista, quiere evitar una manifestación en favor de la libertad religiosa en la que participará la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios. Núria Marín no está dispuesta a que siga así por mucho tiempo y ha aprovechado que la Hermandad de Antiguos Legionarios volverá a desfilar en Semana Santa por la ciudad para arremeter de nuevo contra el sacerdote, por la directa y con un inopinado telefonazo a Omella para participarle sus negativas impresiones sobre el cura, entre cuyos defectos se encuentra el de haber hecho la mili. Semejante osadía lo convierte a ojos de la izquierda en un exmilitar y de ahí, en teoría, su supuesta inclinación a no excluir a los legionarios retirados de las procesiones. Según Marín, Ballester es culpable por activa y por pasiva de que en Cataluña aún haya procesiones con el Santísimo Cristo de la Buena Muerte.

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