podía defraudar a la famélica legión balear no teniendo un trencito tan caro como inútil. Si el caprichito se lo ha permitido su compañero Monteiserín en Sevilla, ¿cómo iban a ser menos los parias de la tierra baleares. El capricho es exhibición de poder que requieren los devotos para fidelizarse con los divinos representates de los pobres. Por eso, se unieron "democráticamente" con todos los partidos, incluso los clara y previsiblemente corruptos, y antidemocráticos, fascistoides, para evitar que los "fachas" del PP, con el refrendo mayoritario, alcanzara el poder.
Constituyente: ¿Qué jueces no han procesado a estos canallas?
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