mías, sociatas, robad, malversad, hipotecad a los ciudadanos hasta dos o tres generaciones, hasta que el déficit acabe con el patrimonio recibido y con los créditos de los ingenuos que os prestan. Sois asalteadores de caminos, arrebatacapas, engañadores oficiales, mentirosos compulsivos. Esa es la herencia que os legamos, resentimiento, atropello y agusanamiento. Hacedles creer que todo os es debido. Culpabilizadles de todo. Si no sabéis por qué, ellos deben saberlo. Que se sientan ladrones, explotadores, torpes, ridículos, fracasados (de eso sabemos nosotros más que nadie). Hundidles, humillad su ingenuidad, despiezadlos y comedlos vivos porque "no existe más mundo que éste". Además, mis queridos zopencos de Atila, vacías las arcas y atada de pies y manos, dejaréis a la oposición parapléjica y, entonces, volverán las masas a reclamar vuestra redención. Ji, ji, ji.
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