Jesucristo: Bendicto, ¿tú también me has abandonado poniéndote esas orejeras diplomáticas que te impiden ver a mi pueblo sometido a los tiranos?
Fidel: Este acaba bendiciendo la Revolución y predicando que fuera de ella no hay salvación.
Chávez: A ver si aprovecho a este papa intelectual y distraído y me hace obispo de la iglesia bolivariana. Luego, le monto el pollo cismático y me corono Papa.
Benedicto XVI: Señor, perdónales porque no saben lo que dicen unos y otros. También a mi me piden milagros.Tú sabes que te amo, aumenta mi fe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario