¿cómo de exigir al Sr. Gobernador del Banco de España, Sr. Rubio, que le mirara a los ojos para que le justificara, si tenía coraje, sus tropelías y su caja B, ha pasado usted a arrasar con sus compinches, la Caja de Castilla La Mancha, despilfarrando y vejando el trabajo y el esfuerzo de los ciudadanos como un borracho de poder enloquecido? Usted y muchos de sus camaradas podrían seguir el ejemplo del Sr. Béréguevoy que por una fruslería, comparado con lo suyo, se quitó de en medio. Pero, nos basta que devuelvan todo lo robado y malversado con sus intereses redoblados, conviene que pasen el resto de sus vidas reparando el honor de sus compatriotas con la austeridad de los eremitas y la pensión mínima, dedicados a obras de caridad, que en su caso, no podrían igualar nunca las que son de justicia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario