Se enriquecieron y estuvieron a la sombra del poder para reinstalarse en el mismo cuando cambió de amo. Antifranquista había que serlo en tiempo de Franco. Ahora, no es sólo muy cómodo sino que señala la estrategia del oportunista. Depredar sobre un muerto es de carroñeros. Juan Luis Cebrián debería recordarlo. Él no ha dejado de estar en la protección (activa y pasiva) del poder. Ese relativismo suele ir emparejado a un talante totalitario: estoy en el poder y quien no lo acate es un facha.
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