pero aquí es complicado". Cuando en una sociedad se impone el matonismo, la democracia se convierte en una trampa que deja a los ciudadanos indefensos y hace de sus políticos cobardes totalitarios, especie miserable de carroñerismo. ZP es un maestro conviviente con nacionalismos y terroristas a quienes pretende salvar desde una presunción imbécil y de un entreguismo antidemocrático, golpista e, incluso, filoterrorista. El destino de un proyecto agusanado como el de ZP y el de su termitero es el de la autodestrucción: ¡engaño letal y miserable!
No hay comentarios:
Publicar un comentario