Merkel: Estos chiquilicuatres se creen que una es

boba. Por mucho que Rajoy vaya diciendo por ahí que el que manda es él, mientras se estira su instrumento inútil, y que Montorito de voces por las esquinas, como otro niño malcriado, los euros no volverán a alentar el despilfarro, sus aires de grandeza y, menos, el disparate de estado que han creado, entre la locura y la cueva de Alibabá.
Cierto que hemos sido quienes tenemos la permanente tentación de controlar el poder quienes les hemos entrampado en la ilusión del dinero fácil y esclavo.