del actor Albert Boadella que se ríe del repertorio independentista que es como el burro loco que no cesa. La provocación, más si es escatológica, puede herir sensibilidades que, en muchos casos, acaban subrepticiamente, justificando su sordo colaboracionismo con un proceso retrógrado, invasor y usurpador y desmoralizador del pleno ejercicio de los derechos de los constituyentes, con la excusa de la compostura y las buenas maneras. A la cobardía se añade la dejación y el entreguismo, la impostura.
Los insensatos y pacatos miembros de los distintos gobiernos y la regre y fatua izquierda, cuando no delirante, se entrega a la oposición de cualquiera sabe qué, entregada al quintacolumnismo. Taif se ha pintado con dos zurdas para contrarrestar tanto desertor del ciudadanismo.
No hay que quedarse, obsesos, en el culo... que, al fin y al cabo, ha provocado estólidas e hipócritas sensibilidades, enfrentémonos a tanta miseria moral. Ese es el asunto. Que no se fijen en el culo sino en la mierda que todos estamos tragando, "sin darnos cuenta"... Eso es lo estas bengalas escatológicas quieren provocar.
No hay que quedarse, obsesos, en el culo... que, al fin y al cabo, ha provocado estólidas e hipócritas sensibilidades, enfrentémonos a tanta miseria moral. Ese es el asunto. Que no se fijen en el culo sino en la mierda que todos estamos tragando, "sin darnos cuenta"... Eso es lo estas bengalas escatológicas quieren provocar.
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