miércoles, 28 de agosto de 2013

Griñán, el eterno Boabdil, "llora como mujer

lo que no ha sabido defender como un hombre", a los parias de la tierra, a los aceituneros altivos, a los emigrantes regados por el resto de España, recreando pluralidad, incluso como ciudadanos de segunda y avergonzados... Mientras tanto él, quemado, olvidado de los ERES, de su califato cutre, del desgraciado nepotismo, de su horda gusana y agusanadora... se va a entregar a la oración (a protegerse en el Senado con la estafa del aforamiento)...
Tiene una cara... Tienen una cara (Cerolo) y unas caretas estos carotas (Montilla, Marcelí Iglesias...) Sólo posible en una democracia de opereta. 

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