su obsesión recurrente, pero lo único que han logrado es romper Cataluña en dos mitades; simétricas por lo demás. Esa gente, Puigdemont, Junqueras, Forcadell, los Jordis, el abuelo Llach, se llena la boca hablando de Cataluña a todas horas y, sin embargo, no la conocen; no la conocen en absoluto. Si supiesen cómo es la Cataluña tangible, la efectiva que que se extiende extramuros de su febril fantasía indigenista, nunca se habrían embarcado en ese crucero a ninguna parte con escala en Soto del Real. Pero, por extraño que semeje, casi nada saben de ella. De ahí que en su pequeño mundo de fantasías medievales las decenas de miles de catalanes que hoy salieron a la calle para intentar sacarlos del dulce sueño de la infancia, simplemente, no existan. Como los niños y los locos, esa gente, Puigdemont, Junqueras, Forcadell, los Jordis, el abuelo Llach, prefiere morar en su grato universo onírico poblado de mentiras complacientes. Mentiras como la del pasado histórico cuidadosamente emponzoñado por los guionistas de su Matrix particular a fin de repoblarlo con una ristra interminable, infinita, de agravios inventados. Piadosas mentiras como la tediosa cantinera del quimérico 80% de catalanes supuestamente empecinado en ejercer el derecho africano y colonial a la autodeterminación; un embuste, el del mítico 80% que jamás nadie a visto en parte alguna, que los medios de comunicación del Movimiento, con la Televisión de las Tres Mil Colinas al frente, no paran de repetir ad nauseam. Mentiras oceánicas, enciclopédicas, cósmicas, como la del "sol poble", que cual manso y obediente rebaño borreguil andaría presto a dejarse conducir por esos traficantes de unanimidades ficticias, sus lunáticos pastores, hacía el precipicio de la secesión de España.
Bengalas es un artificio lanzado al aire que intenta claridad sobre ámbitos que requieren nueva luz y perspectiva, como prueba PIRA (provocadora, informadora, reforzadora y amablemente diagnóstica). Luego, viene la reflexión, el diálogo y un procesamiento más complejo (J. Segura Munera).
lunes, 9 de octubre de 2017
Quieren destruir España (Pepe Domínguez),
su obsesión recurrente, pero lo único que han logrado es romper Cataluña en dos mitades; simétricas por lo demás. Esa gente, Puigdemont, Junqueras, Forcadell, los Jordis, el abuelo Llach, se llena la boca hablando de Cataluña a todas horas y, sin embargo, no la conocen; no la conocen en absoluto. Si supiesen cómo es la Cataluña tangible, la efectiva que que se extiende extramuros de su febril fantasía indigenista, nunca se habrían embarcado en ese crucero a ninguna parte con escala en Soto del Real. Pero, por extraño que semeje, casi nada saben de ella. De ahí que en su pequeño mundo de fantasías medievales las decenas de miles de catalanes que hoy salieron a la calle para intentar sacarlos del dulce sueño de la infancia, simplemente, no existan. Como los niños y los locos, esa gente, Puigdemont, Junqueras, Forcadell, los Jordis, el abuelo Llach, prefiere morar en su grato universo onírico poblado de mentiras complacientes. Mentiras como la del pasado histórico cuidadosamente emponzoñado por los guionistas de su Matrix particular a fin de repoblarlo con una ristra interminable, infinita, de agravios inventados. Piadosas mentiras como la tediosa cantinera del quimérico 80% de catalanes supuestamente empecinado en ejercer el derecho africano y colonial a la autodeterminación; un embuste, el del mítico 80% que jamás nadie a visto en parte alguna, que los medios de comunicación del Movimiento, con la Televisión de las Tres Mil Colinas al frente, no paran de repetir ad nauseam. Mentiras oceánicas, enciclopédicas, cósmicas, como la del "sol poble", que cual manso y obediente rebaño borreguil andaría presto a dejarse conducir por esos traficantes de unanimidades ficticias, sus lunáticos pastores, hacía el precipicio de la secesión de España.
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1 comentario:
Este escrito de Pepe Domínguez es excelente,extraordinario,maravilloso pero hace tiempo que quieren destruir España,quieren acabar con la Constitución de 1978 y el odio de los independentistas catalanes y Vascongados tienen a España es monstruoso.Tenemos que pararles con todas las fuerzas de que dispone España y acabar con los tumultos y amenazas de las que llevan muchos años gestándose.
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