jugador del Real Madrid por ganar cinco partidos seguidos. No se puede trapichear con la sublime pasión de que gane el propio equipo. Exhibir derroche y fatuidad en medio de la necesidad y la austeridad que se nos impone, revela los valores en juego. Movilizar y entretener así a la gente, es regodearse en el desprecio a aficionados y jugadores . Sólo la conciencia de los aficionados puede poner en su sitio este contubernio.
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