ha intentado en su programa Diario de la Noche del 25 de noviembre, dar juego a un supuesto rebelde Leguina con ocasión de presentar en Telemadrid su miscelánea Cuernos retorcidos, recibiendo del político la descorazonadora sensación del desencanto. Dice don Joaquín, rebelde sin causa: "Yo voté el Estatut como un caballero, no según mi conciencia como un villano". A quienes nos reconcome la conciencia, como al admirable Tertsch, y rechazamos el humillante Estatut, nos pudo sobrevenir otro desencanto. Tal vez, en el compromiso ciudadano, el encanto sea una pasión inútil y volver a la brega exija más soledad y mejor compañía. Es tiempo de lacayos.
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