los cajones de los Juzgados (¡Qué pena de justicia!) y demostrado el robo flagrante de su partido y contra sus proclamas, Durán dice que no dimite, instalado en su capullo...(¡Qué pena de democracia trampera!). Aquí todo el mundo malversando y robando y ¿voy yo a ser el último gilí?
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