Luis del Pino: Cuando Ciudadanos presentó en Cádiz su propuesta de reforma constitucional, el pasado 7 de noviembre, dediqué un editorial de mi programa a alabar las cosas buenas que veía en esa reforma:
1 Sistema electoral de doble urna, similar al alemán
2 Despolitización de la Justicia
3 Supresión del Senado
4 Eliminación de la Disposición Transitoria 4ª, que prevé la incorporación de Navarra al País Vasco
5 Eliminación de los cupos vasco y navarro
6 Fusión de ayuntamientos
7 Prohibición de que se puedan delegar en las autonomías las competencias estatales.
Y durante la campaña electoral de las pasadas elecciones generales, pedí expresamente el voto para Ciudadanos en otro editorial. Pues bien, esta semana hemos conocido el contenido del acuerdo firmado entre PSOE y Ciudadanos, y no tengo más remedio que reconocer mi profunda decepción
... Lo que me importa es qué se pacte, es decir, el contenido concreto del programa de gobierno que se acuerde. ... el documento que ambos partidos han hecho público resulta alarmante.:..no queda nada de nada de sus bellas promesas: ni se cambia en profundidad el sistema electoral, ni se despolitiza la Justicia, ni se suprime el Senado, ni se elimina la Disposición Transitoria 4ª, ni se acaba con los cupos vasco y navarro, ni se obliga a la fusión de ayuntamientos, ni se introduce la prohibición de delegar las competencias estatales... Y a cambio de renunciar a todo intento de regeneración y de promoción de la unidad nacional, Ciudadanos ha dado su aval a un programa a gusto del Partido Socialista... 1.- La derogación del artículo del Código Penal que castiga los piquetes violentos en caso de huelga, con lo que los piquetes podrán hacer de las suyas con total impunidad. 2.- Derecho al aborto para niñas de 16 años sin consentimiento paterno. 3.- Introducción del delito de discriminación con inversión de la carga de la prueba (como en los delitos de género), de modo que si alguien te acusa de homófobo, eres tú el que tiene que demostrar que no lo eres. 4.- Revisión del Concordato con la Santa Sede. Pero es en el terreno de la defensa y promoción de la unidad nacional donde más patente resulta el abandono, por parte de Ciudadanos, de principios que todos pensábamos que eran inamovibles. En el pacto firmado por Pedro Sánchez y Albert Rivera se prevé, por ejemplo: 1.- La definición de España como estado federal, acabando así con el modelo plasmado en la Constitución de 1978. 2.- El reconocimiento de los 'hechos diferenciales', certificando así que unos españoles no somos iguales a otros. 3.- El impulso de las lenguas cooficiales en el Senado, de modo que tendremos que seguir pagando pinganillos y traductores para que hablen entre sí unos señores que comparten un idioma común. 4.- La asignación a las CCAA de responsabilidades, aun por definir, en política exterior (en concreto, en la relación con la Unión Europea), acabando así con el monopolio que en política exterior tiene el Estado. 5.- La supresión de las diputaciones, pero sin tocar las de País Vasco y Navarra. En cuanto a las otras, se las suprime, pero se crea un Consejo de Alcaldes que asumiría sus funciones. O sea, un mero cambio de nombre. Pero encima asimétrico. 6.- Se sigue dejando libertad a las CCAA para fijar el número de horas lectivas en cada idioma, de modo que los padres seguirán sin poder elegir idioma de enseñanza. 7.- La transformación del Senado en una cámara estrictamente territorial, dando así más poder a las CCAA, que serían quienes nombraran a todos los senadores. 8.- De todo ello, lo más grave es este último punto, que haría que todos los senadores fueran nombrado por los partidos (a través de los parlamentos autonómicos), y no por los votantes. Es decir, todos los senadores pasarían a ser elegidos por el mismo procedimiento que ha permitido que sean senadores José Montilla, Rita Barberá, Marcelino Iglesias o José Antonio Griñán. Se acabaría así con la soberanía nacional, poniendo en las exclusivas manos de la clase política el control total de una de los dos cámaras legislativas. En resumen, Ciudadanos ha firmado con el PSOE un pacto por el que renuncia a regenerar realmente la democracia española y por el que renuncia también a defender la igualdad de los españoles. ... Que Ciudadanos acepte hacerle de comparsa es lo que me deja estupefacto.... Creí en las promesas de Ciudadanos. Y ahora veo que hice mal. Si llego a saber esto antes del 20-D, jamás se me hubiera ocurrido recomendarles el voto a Albert Rivera. Créanme que lo lamento de verdad...