martes, 4 de diciembre de 2007

No me digas que todo fue un sueño


2 comentarios:

Taif dijo...

Más exactamente,rememorando el título de Terenci Moix, sería mejor escribir "no me digas que todo fue un delirio", muchos delirios... El delirio primordial expresado después de una beatífica "comunión" con arrobado convencimiento, por encima del bien y del mal y, si es preciso, al margen de la ley y de la gramática, habla el oráculo: "a los nacionalistas y a ETA les voy a ofrecer tal acomodo que no van a querer salirse de España". Este chico no sólo nunca ha roto un plato, sino que jamás lo fregó y nunca puso la mesa, a no ser como pose. ¿No existen asistencias médicas para estos delirios que tienen tan cruel trascendencia? ¿Sabe que la democracia se funda en la voluntad de los constituyentes que asumen la ley que ellos mismos se han dado y que no está legitimado para alterarla con despropósitos y marrullerías? ¿Existe en el partido socialista todavía alguien que pueda aguantarlo? Como decía çrosa Díez, el partido socialista está muerto.

Taif dijo...

El partido socialista está muerto, como dice Rosa Díez, porque su condición cumplida no sólo es la de los mortales sino que está marcada por la corrupción ideológica. Cuando la dignidad y la libertad de los individuos quedan a merced de los "intereses de la clase trabajadora" todo es posible. Lenin sabía de lo que hablaba cuando impuso la jaculatoria progre "libertad para qué". Tiene uno que tentarse la ropa para no creerse delirando en la contemplación rendida del partido socialista ante su líder delirante, incluso en sus antiguos jefes más sagrados y dinosaurios... Éstos "no están locos, saben lo que quieren" a pesar del desvarío de su gran timonel y malandrín. Postrados ante el misterioso cuerpo, para no perder conquistas "para la clase trabajadora", porque "fuera hace mucho frío" (recuérdenselo también a Leguina, Pepe Bono y los palmeros del senado Curiel, Ledesma y Barranco: tres hermosas momias, ¡quién os ha visto y quién os ve"), ahí están delirando y lo que haga falta los listos González, Guerra y Chaves...