sábado, 26 de enero de 2008

¡Le he hecho el ADN y un chichón y no habla!


2 comentarios:

Taif dijo...

¿Te acuerdas de la leyenda en que Miguel Ángel, tras exigir a su perfecta estatua del Moisés que hablara, le lanzó un martillo para despertarlo y habilitarlo a la vida? ¡Habla!¡Sólo te queda hablar!Consiguió un pequeño destrozo. Ahora, algún Miguel Ángel le ha hecho hasta el ADN y el genoma con la ilusión de que se ponga a andar y a milagrear.Sería fantástico si el nuevo demiurgo no pretendiera secuestrar nuestro camino único por la libertad, la responsabilidad y la unicidad personal. ¡Esto sí que es arte maravilloso!La educación es la manera dócil en que cada quien es dispuesto al ejercicio de su libertad.No como un delirio de ningún genio -relativismo hortera, pretencioso y torpón, un nuevo desperfecto- sino como diálogo permanente entre quienes nos encontramos envueltos en este extraño y misterioso diálogo que es la vida, este breve tiempo de luz atornasolada.

Taif dijo...

Es dispuesto, no. Mejor o también, disponerse.La educación es, sobre todo, disponerse al ejercicio de la libertad.Por supuesto que hay que estar investigando siempre para ser más libres.Eso no tiene nada de mágico sino de esfuerzo y voluntad.