Bengalas es un artificio lanzado al aire que intenta claridad sobre ámbitos que requieren nueva luz y perspectiva, como prueba PIRA (provocadora, informadora, reforzadora y amablemente diagnóstica). Luego, viene la reflexión, el diálogo y un procesamiento más complejo (J. Segura Munera).
sábado, 29 de marzo de 2008
José Antonio Marina, ¿con Educación para la Ciudadanía proponéis reflexión ética o régimen?
Comentario: Sorprende querido José Antonio, incluso querido Fernando Savater, que os hayáis subido al carro de Educación para la Ciudadanía. Realmente, ¿os habéis dado cuenta ahora de que nunca se educó bien ni se enseñó ética desde un punto de vista realista, riguroso y comprometido? El rigor técnico no sólo no está reñido con un conocimiento complejo y amplio sino que está comprometido en la enseñanza de criterios de valoración para la toma de decisiones, procedimientos, movilización de actitudes y valores. La ética y la educación que habéis promovido hasta ahora, en los límites de la jubilación, ¿no era realista ni comprometida sin necesidad de estar ideologizada? Os puedo asegurar que eso ha sido posible desde hace tiempo, con el apoyo renovado de recursos técnicos, pedagógicos y psicológicos y un radical compromiso intelectual y moral con la educación y los alumnos. La Educación para la Ciudadanía es, en el mejor de los casos, una propuesta innecesaria, sesgada e insuficiente. Sería intolerable que fuera una de tantas ocurrencias socialistas sobre la educación, en la que entraron como elefante en una cacharrería, sin rigor ni competencia y con la desvergüenza del ignorante atrevido. Su sedicente compromiso educativo y ético los debería haber llevado a la discreción si no al rubor y a la vergüenza y a dejar que nuevas generaciones propusieran, con la paciencia y el compromiso requerido un proyecto educativo que garantice el proceso hacia la libertad y la autonomía dentro de una acción educativa convertida en actos de generosidad y amor entre generaciones. Lamentablemente, en ciertos textos no sólo parece una pseudo educación para la ciudadanía de un régimen (bobosolemne e ignorante) sino una indignidad ética y estética. Con afecto. Alguien que ha dado unos veinticinco años de clase de Ética con compromiso y entusiasmo. Recibid mi sorpresa y desencanto. 29 de marzo de 2008 4:29
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Sorprende querido José Antonio, incluso querido Fernando Savater, que os hayáis subido al carro de Educación para la Ciudadanía.
Realmente, ¿os habéis dado cuenta ahora de que nunca se educó bien ni se enseñó ética desde un punto de vista realista, riguroso y comprometido?
El rigor técnico no sólo no está reñido con un conocimiento complejo y amplio sino que está comprometido en la enseñanza de criterios de valoración para la toma de decisiones, procedimientos, movilización de actitudes y valores. La ética y la educación que habéis promovido hasta ahora, en los límites de la jubilación, ¿no era realista ni comprometida sin necesidad de estar ideologizada?
Os puedo asegurar que eso ha sido posible desde hace tiempo, con el apoyo renovado de recursos técnicos, pedagógicos y psicológicos y un radical compromiso intelectual y moral con la educación y los alumnos.
La Educación para la Ciudadanía es, en el mejor de los casos, una propuesta innecesaria, sesgada e insuficiente.
Sería intolerable que fuera una de tantas ocurrencias socialistas sobre la educación, en la que entraron como elefante en una cacharrería, sin rigor ni competencia y con la desvergüenza del ignorante atrevido. Su sedicente compromiso educativo y ético los debería haber llevado a la discreción si no al rubor y a la vergüenza y a dejar que nuevas generaciones propusieran, con la paciencia y el compromiso requerido un proyecto educativo que garantice el proceso hacia la libertad y la autonomía dentro de una acción educativa convertida en actos de generosidad y amor entre generaciones. Lamentablemente, en ciertos textos no sólo parece una pseudo educación para la ciudadanía de un régimen (bobosolemne e ignorante) sino una indignidad ética y estética. Con afecto.
Alguien que ha dado unos veinticinco años de clase de Ética con compromiso y entusiasmo.
Recibid mi sorpresa y desencanto.
29 de marzo de 2008 4:29
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