aquí. Es nuestro alto sentido de la ciudadanía, único lugar metafísico y sagrado del hombre, cuyo dios es ZP y Pepiño su profeta. Yo sólo soy su pitonisa, el Tribunal Supremo su alfombra y el Constitucional su sacristán. Ojo, que se lo digo a la Maritere de la Vega y le da una colleja a la Casas que para eso la tenemos ahí. y a los alumnos resistentes los perseguiremos.
Lo mismo en Yotube, dos días antes de que se pronunciara el Tribunal Supremo:
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