lunes, 7 de junio de 2010

Este es el momento en que quienes nacimos judíos,

moriscos y cristianos nos hacemos judíos, moriscos y cristianos e invocamos la paz de los ciudadanos, donde impere sólo la ley y no el acoso terrorista en forma de cómodo pacifismo promotor de traiciones y paranoias. Ese encubrimiento y sórdido apoyo es la más miserable de las deslealtades y de las violencias. Hamas debe desaparecer.

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