que hay que controlar a los bancos y al capitalismo depredador. Que no me toquen las Cajas que manejan mis amiguetes, las cloacas del crimen y el latrocinio, gracias a nuestra ausencia de escrúpulos y a la falta de respeto a las leyes y a los ciudadanos. Tenemos que proteger nuestras redes de poder, a nuestros beneficiados y parásitos, a las instituciones y reinos taifas que tanto dan de sí para nuestra cleptocracia y burdo atropello de los derechos ciudadanos, para nuestra capacidad de mentir y continuar engañando a los constituyentes, esclavizándolos de por vida con nuestros disparates económicos. Tenemos que mantener el máximo nivel de opacidad y sometimiento a una administración distractora y negadora de sus derechos, debemos alimentar el cáncer ético, político y social que lo corrompe todo. Así podemos continuar agusanando la convivencia con un renovado culto a la mentira, a la agitación y a la propaganda.
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