(Desde el Realejo Alto a Lizundia "lapero"). Los sueños alegran el horizonte del hombre y orientan su voluntad y sus deseos. Pronto los siembran las lapas que acaban con todo. Gloria a los laperos que impiden que los parásitos destruyan nuestros proyectos de convivencia de hombres libres e iguales (aunque se lleven unas leches).
1 comentario:
Siempre en la atorrancia, da igual el lugar, saludos
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