domingo, 15 de agosto de 2010

¡Salve, estrella del mar! Ríos humanos desembocan

en Candelaria, año 2010. Es la necesidad misteriosa de cantar y de fundirse con el universo, soñando el cumplimiento de lo mejor de uno mismo en el regazo de quien soñamos que nos ha soñado, que ilumina y calma nuestra travesía.

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