jueves, 18 de junio de 2015

La presunción de inocencia y la pena de telediario.

"Dos años y me­dio ha tar­da­do la Jus­ti­cia en de­cla­rar la inocen­cia de San­tia­go Cer­ve­ra, ex­dipu­tado y ex­pre­si­den­te del PP en Na­va­rra que tu­vo que aban­do­nar sus car­gos y re­nun­ciar a la po­lí­ti­ca tras ser impu­tado en un ro­cam­bo­les­co ca­so de chan­ta­je que nun­ca exis­tió. La «pe­na de te­le­dia­rio» fue su­fi­cien­te pa­ra aca­bar con la ca­rre­ra de Cer­ve­ra, enési­ma víc­ti­ma que se co­bra un im­pro­vi­sa­do sis­te­ma –po­lí­ti­co y me­diá­ti­co– de na­tu­ra­le­za jus­ti­cie­ra. La ne­ce­si­dad de re­ge­ne­rar la vi­da pú­bli­ca ha de ser com­pa­ti­ble con la pre­sun­ción de inocen­cia, prin­ci­pio que va ca­mino de des­apa­re­cer co­mo con­se­cuen­cia de la con­ta­gio­sa an­sie­dad de quie­nes pre­ten­den cam­biar –de­pri­sa, sin nor­mas– to­do el sistema". (ABC)
- La hipocresía lleva a hacer alardes de virginidad política contra el derecho a la presunción de inocencia, dejando desamparada la democracia en manos de desaprensivos o de la burocracia judicial... Hay que buscar fórmulas precisas que garanticen ambos bienes.
Lo de la señorita Maestre de Podemos en Madrid es una tomadura de pelo de quienes no creen en la democracia y están dispuestos a saltarse las leyes con la democracia como trampantojo barato, descarado y tiránico.

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