al cabo de los años, después de ir por los distintos grupos de aquellas "comunidades de base" incipientes con la cantinela sospechosa de "volem bisbes catalans"... Con un poco de paciencia y una pizca de democracia podría haber asistido, hoy, a la entronización del nuevo arzobispo de Barcelona, Monseñor Omella, un señor de Teruel que también habla catalán, como un un humilde y reconocido presbítero, atendido de alzéimer...
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