Ante los acontecimientos coincidentes atropellados en nuestras conciencias desde tan diferentes instancias, debemos sentirnos corresponsables no sólo porque "soy hombre y nada humano me es ajeno" sino porque estamos siendo testigos en directo de cuanto acontece, por eso se nos exige corresponsabilidad. Por eso, es tan oportuna la reflexión siguiente:
Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío.
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario