El Gobierno endureció ayer el tono ante los planes secesionistas de la Generalitat de Cataluña. El presidente, Mariano Rajoy, volvió a referirse al proyecto secreto de desconexión catalana, por la que se pretende proclamar de manera unilateral la independencia catalana si no se acepta un referéndum. Y lo atribuyó a una «cacicada» propia de «las peores dictaduras». Mientras, otros miembros del Gobierno se refirieron a ese proyecto secreto de los dirigentes independentistas como un «verdadero golpe de Estado», manteniendo el tono grave del Ejecutivo ante lo que considera un «chantaje» al país.
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