Bengalas es un artificio lanzado al aire que intenta claridad sobre ámbitos que requieren nueva luz y perspectiva, como prueba PIRA (provocadora, informadora, reforzadora y amablemente diagnóstica). Luego, viene la reflexión, el diálogo y un procesamiento más complejo (J. Segura Munera).
sábado, 29 de diciembre de 2007
PSICOANÁLISIS de Carod: ¡Papa, no maltrates a mami!
Cataluña: ¡Papi, no maltrates a mamá!" 3 comentarios - Mostrar entrada original Ocultar comentarios
Anónimo dijo... Carod recuerda como odioso el poder del tricornio de la guardia civil. Era el símbolo de su Edipo insuperable. Carod tiene una misión: salvar a su cielito lindo, para gozarlo él solo y todas sus madres. Para madre elemental y mítica: Cataluña. Para poder sagrado e intocable, el de la mitra. El único sueño posible para enmascarar su fracaso es el delirio de no ser como su padre para conquistar a su madre (claudicando ante la impotencia de una alternativa noble y trascendente, otra mujer digna: rendirse a no tener otra patria que la libertad y los derechos humanos. Su impotencia es la inmanente relación incestuosa con su madre, mitificada en Cataluña). Para eso, para sentir la infatuación del poder –“voteu amb el cor”- bastaría con ser sargento comandante del puesto con el sortilegio, posible en una democracia cachazuda, conducida por gañanes y kapos, de superar a su contrincante con un poder sagrado. Así sería el sargento comandante de puesto de todos los papas de todas las iglesias de Cataluña. El placet y el nihil obstat (el "permiso" para existir como institución religiosa o el "nada obsta" para ejercer como tal) están a sus pies. Está visto: ese laicismo alicorto y tan atrevido como el raquitismo anoréxico de la presunción y el atrevimiento pseudopositivista, el charquito inmanente, el canto del loco al vientre materno, las ínfulas nacionalistas, el corralito, desembocan en el efímero colapso de los gusanos, corrupción, polvo y desierto. Mientras tanto, el placer de Carod en su venganza sórdida y perecedera contra todo poder que no sea su cielo uterino, contra la democracia de los ciudadanos, es no lavarse los pies. La democracia formal lo aguanta todo, provisionalmente. Más, si la conducen kapos y gañanes. Curioso poder, desgraciada mitra distinguida con la zeta semoviente de ZP con la imagen de su cruel destino, la esvástica. El olor a podrido es el sórdido clímax donde puede promoverse tanta miseria moral.
Anónimo dijo... Ya será menos. Este Rovira es un oportunista ramplón que ha tenido la suerte o la desgracia de encontrar un rebaño sin pastor. Les toca el "cor" y a "mamar"... ¡Fuerte un listo!
Anónimo dijo... Rovira cae simpático porque es una especie de fraile mendicante y va de Robinson Crusoe de Cataluña, además de revestido de pontifical. Es patético. Pero está llegando al dramatismo la que está liando en Cataluña. La gente, mientras tenga el estómago caliente, encuentra en cualquier saltimbanqui un tipo divertido. Es de pena.
3 comentarios:
Cataluña: ¡Papi, no maltrates a mamá!"
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Anónimo dijo...
Carod recuerda como odioso el poder del tricornio de la guardia civil. Era el símbolo de su Edipo insuperable. Carod tiene una misión: salvar a su cielito lindo, para gozarlo él solo y todas sus madres. Para madre elemental y mítica: Cataluña. Para poder sagrado e intocable, el de la mitra. El único sueño posible para enmascarar su fracaso es el delirio de no ser como su padre para conquistar a su madre (claudicando ante la impotencia de una alternativa noble y trascendente, otra mujer digna: rendirse a no tener otra patria que la libertad y los derechos humanos. Su impotencia es la inmanente relación incestuosa con su madre, mitificada en Cataluña). Para eso, para sentir la infatuación del poder –“voteu amb el cor”- bastaría con ser sargento comandante del puesto con el sortilegio, posible en una democracia cachazuda, conducida por gañanes y kapos, de superar a su contrincante con un poder sagrado. Así sería el sargento comandante de puesto de todos los papas de todas las iglesias de Cataluña. El placet y el nihil obstat (el "permiso" para existir como institución religiosa o el "nada obsta" para ejercer como tal) están a sus pies.
Está visto: ese laicismo alicorto y tan atrevido como el raquitismo anoréxico de la presunción y el atrevimiento pseudopositivista, el charquito inmanente, el canto del loco al vientre materno, las ínfulas nacionalistas, el corralito, desembocan en el efímero colapso de los gusanos, corrupción, polvo y desierto. Mientras tanto, el placer de Carod en su venganza sórdida y perecedera contra todo poder que no sea su cielo uterino, contra la democracia de los ciudadanos, es no lavarse los pies. La democracia formal lo aguanta todo, provisionalmente. Más, si la conducen kapos y gañanes. Curioso poder, desgraciada mitra distinguida con la zeta semoviente de ZP con la imagen de su cruel destino, la esvástica. El olor a podrido es el sórdido clímax donde puede promoverse tanta miseria moral.
24 de diciembre de 2007 19:29
Anónimo dijo...
Ya será menos. Este Rovira es un oportunista ramplón que ha tenido la suerte o la desgracia de encontrar un rebaño sin pastor. Les toca el "cor" y a "mamar"... ¡Fuerte un listo!
28 de diciembre de 2007 15:01
Anónimo dijo...
Rovira cae simpático porque es una especie de fraile mendicante y va de Robinson Crusoe de Cataluña, además de revestido de pontifical. Es patético. Pero está llegando al dramatismo la que está liando en Cataluña. La gente, mientras tenga el estómago caliente, encuentra en cualquier saltimbanqui un tipo divertido. Es de pena.
28 de diciembre de 2007 15:05
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