ZP está reconsiderando dedicarse al ballet cuando

la crisis acabe con el gobierno. Su mujer ha aceptado formar un grupo músico-danzarín con él y alguno de sus antiguos palmeros. Dedicarán sus actuaciones a colaborar en el control del cambio climático y a la alianza de civilizaciones. Piensan ir por los pueblos y, en su caso, están dispuestos a recoger tomates para conservas.