martes, 6 de octubre de 2009

Santa Ana Aído quiere convencer a su hijita Maritere

de los beneficios de la píldora del día después.
Aído: Mi niña, gracias a esta bomba hormonal conseguirás ser una perfecta gilipollas. No tendrás que imponer ningún tipo de consideración romántica a tu pareja ni echarle sermones, conseguirás su espontaneidad sin freno, a calzón quitao, sin cuidado ni miramiento alguno, sin el molesto preservativo, sin siquiera la disposición húmeda de tu cuerpo rendido a su compulso ataque, podrás contemplar su desenfreno y excitación hasta su eyaculación precoz, con pasmo por tu parte y sin enterarte, su jadeo y despiadado desprecio por tus sentimientos y emociones, una vez se haya despachado a gusto. Podrás someterte como una esclava y entregarte, incluso a una bestia, porque siempre podrás recurrir a la "azarosa" función (anticonceptiva o abortiva) de este producto "postcoital", cuya condición arriesgada y peligro para tu salud están demasiado comprobados como para que frivolices con un supuesto gustito pasional; hasta podrás instrumentar y exhibir tu capacidad de entrega y amor a un canalla. Vamos, serás la perfecta gilipollas, machista y reaccionaria. Además, no se enterará nadie de este disparate. Menos la pesada de tu madre. TE quedarás sola en tu estupidez y degradación. Mi niña, ¿te das cuenta de cómo las pijoprogres te cuidamos echándote a la suave cuneta del autodesprecio?

No hay comentarios: