sentencia adornando gravísimos argumentos con extraños meteorismos mentales y tabernarios a la búsqueda de una meteórica carrera de juez estrella (¿muy a su pesar?). Pena de Montesquieu. En el más estricto anonimato y con el máximo rigor procesal, limpien de mierda las cloacas e impidan que los ladrones y sinvergüenzas avasallen a los constituyentes. Sobre todo, si han defraudado nuestra confianza con un explotado y marrulleado cargo público.
No hay comentarios:
Publicar un comentario