García, como cardenal regre, vuelve a salvar la

justicia justa en beneficio de los cuentos que fabula, como brujo revenido, y de los que viven sus tribus y el sentenciado Garzón. He aquí una muestra de la arrogancia del que publican en Público (BENGALAS también lo lee) como a otros sedicentes izquierda progre: "La ciudadanía menos manipulable y más comprometida ha tomado la palabra para criticar las decisiones del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial en las causas abiertas contra Baltasar Garzón. Los jueces pueden refugiarse en su saber de tecnócratas y cerrar los oídos a la crítica. Pero tal vez haya todavía demócratas que quieran una meditación social sobre la justicia..." ¿Por qué no aprendieron algo de filosofía, de humildad y de discreción?