viernes, 10 de febrero de 2012

Garzón se toma un gin tónic después de haber

conseguido hacerse la victimita y jugar a ser crucificado por su compromiso con la justicia universal, luego de mearse en el estado de derecho por ignorancia, incompetencia y arrogancia, asuntos que lo convierten en banderín de enganche de movimientos reaccionarios y antidiluvianos, sedicentes progres, sociatas, comunistas y justicialistas, que le van a proporcionar pingües beneficios como a un ladrón de guante blanco cualquiera, especie del capitalismo darwiniano que celebra sus triunfos con champán, bebida que desconocemos los pobres de la famélica legión.  

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