domingo, 26 de febrero de 2012

En Valencia el PSOE se acoge al disparate de la

algarada y de la revolución pendiente. Carente de ideas, de dignidad y de coraje  sueña recuperar el poder en las calles. Como Toxo y Méndez se lanzan al abismo de lo que ya no es otra cosa que los cuentos revenidos de siempre hasta que el sentido común de los ciudadanos los corra a gorrazos. Es tanta su ceguera que vuelven a ampararse en el descaro de delincuentes como el líder de las protestas de Valencia, a quien, incluso,  invitan al Parlamento; un tipo que advierte que: "Aguirre debería mirar bajo su coche".
Borrell reconoce que ya le hubiera gustado a él que el PSOE hubiera tomado las medidas que el PP ha decidido para una democracia más austera y eficaz. Lo que uno no entiende es cómo no se ha ido de un partido tan torpe e infecto o por qué no ha denunciado tanta miseria acumulada.

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