Esto se desmorona: Cuando la izquierda se tira los trastos a la cabeza o, peor, cuando se toca los atributos, la izquierda está perdida. En un curso de Periodismo, Maruja Torres dijo que "Cebrián es un quiero y no puedo, un cateto, rencoroso y un pijo sin conciencia... Nunca asumió no ser el hijo carnal de Polanco"...
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