Montoro encarga investigar los 1.300 millones que Cataluña no contabilizó. El ministro insistió en que la Generalitat no puede usar los 3.000 millones adicionales de liquidez inyectados por el Estado para fines independentistas. Montoro impone un férreo control de todo el gasto de la Generalitat.
La dejación del Estado, de todos los partidos políticos, en la garantía de un tratamiento igual y corresponsable a todos los ciudadanos, en cualquiera de sus autonomías, ha sido un delito del que las decisiones políticas en las urnas no han castigado lo suficiente. ¡Qué poca cultura política!
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