En las elecciones autonómicas andaluzas de marzo de 2012, el candidato popular que aspiraba a la mayoría absoluta, Javier Arenas, se negó a debatir con José Antonio Griñán (PSOE) y Diego Valderas (IU) en Canal Sur. Dejó la silla vacía. En ese momento, el PP perdió la mayoría absoluta que tenía a tiro de piedra. Fue un error de estrategia colosal.
El que hoy cometen Mariano Rajoy y su director de campaña, Jorge Moragas, al delegar en la vicepresidenta del Gobierno la representación del PP en el debate a cuatro (Sánchez, Rivera, Iglesias) en las plataformas de Atresmedia, es de una dimensión considerable.
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