o paliarse con un poco de INFORMACIÓN. Si se conocieran las consecuencias penales de ciertos delitos, difuminados por la vergüenza, el escándalo, la rabia, por la supuesta conciencia moral de la gente o el conocimiento debido, las consecuencias del sordo colaboracionismo que se impone con cierto criterio desdramatizador, quitándole importancia, ocultándolo o no evitando su trascendencia ética y penal, muchos podrían estar más controlados o evitados. Por ejemplo, el riesgo de la pederastia en religiosos, profesores y otras relaciones con el agravante de autoridad, etc. debería ser prevenido con la necesaria educación ética y la información jurídica y penal correspondientes a todos los ciudadanos. Tras el escándalo, aparecen, a veces, delincuentes con graves problemas de maduración y educación, ignorantes de las consecuencias que marca la ley. Dígase lo mismo de casos como las peleas o cualquier tipo de violencia, vejaciones, acosos, insultos, humillaciones, etc. como el caso, cada vez más frecuente, del amedrentamiento a profesores y alumnos. "Un año de cárcel para una madre que agredió a una profesora. Le golpeó la cabeza contra una mesa, delante de los alumnos, porque ésta había regañado a su niño por haber agredido a otro". (La Razón)
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