El padre del término modernidad líquida –que tanta fortuna ha hecho estos años para explicar la sociedad y que se refiere a la fase actual del mundo, en la que los valores de la antigua modernidad sólida, como creencias políticas y religiosas, pareja y trabajo para toda la vida, se han desintegrado–, acaba de publicar Extraños llamando a la puerta (Paidós). Un libro sobre el impacto en la sociedad occidental de las actuales oleadas migratorias y sobre cómo la emigración es utilizada por muchos gobiernos para mostrar que son capaces de hacer algo, ya que, resalta, son incapaces de hacer las vidas de un cada vez mayor número de sus ciudadanos vivibles en unas sociedades en las que crece el precariado sometido a una enorme inseguridad existencial debido a la desregulación de los mercados y la flexibilización de las leyes laborales.
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