viernes, 2 de septiembre de 2011

Los grupos nacionalistas exigen consenso en sus

pretensiones y caprichos como condición democrática, ahora con ocasión de actualizar la Constitución para responder a las exigencias de control del déficit provenientes de la Unión Europea. La democracia es consenso y enjuague. Y nosotros, intocables. O se hace lo que decimos o rompemos la baraja.  Nuestra representación es mínima, pero este es nuestro poder ante partidos amariconados.

No hay comentarios: