antiguo Fiscal General del Estado, como experto en la materia, habla del atraco perfecto, estrategia sobre la que debe atribuirse la más alta autoridad en todos los campos conocidos. Él sabrá. En qué manos hemos estado. ¡Auditoria generalizada para este personaje más allá de las nimiedades de Dívar! En las manos de este electricista de la Catedral de la justicia ha estado la persecución del delito y las garantías de la Ley en una democracia, algo más importante que el Códice Calixtino, sometido a una especie de atraco por parte de un electricista de medio pelo, ambicioso y resentido. El atraco perfecto al estado se ha ido urdiendo hace años con el atropello o la desnaturalización de la ley y la corrupción...¿Dónde estaba el del atraco perfecto?
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