esa forma de deslealtad que lleva, después del desaire, a la anulación del gobierno y de las leyes hechas como instrumento para la imposición y el acabamiento ciego de la democracia en una trampa autodestructiva. Ayer, 18 de julio, incubaban el alzamiento contra el "gobern central", contra España. Disparate sólo posible en lacayos enfebrecidos, entre la arrogancia y el delirio. Los golpistas siempre acaban siendo los mismos, enredadores, agusanadores perecederos, distraídos y distractores, caudillitos bobosolemnes entre rebaños y garrapatas.
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