martes, 24 de julio de 2012

Rajoy, ciego y desbordado, no se atreve a controlar

las incontroladas y desleales Comunidades Autónomas. Estos fantasmas que configuran una Pitufolandia, quiste mayor que el propio estado, quieren continuar siendo estadillos caprichosos manejando unas leyes con las que poder prolongar su rancia arbitrariedad despilfarradora y antidemocrática a costa de la ficción leguleya de un estado de cartón piedra y, sobre todo, de los ciudadanos, ajenos a tanto disparate. Los ciudadanos están hartos e indignados con un Rajoy que no se atreve con ellas, haciendo insuficientes e increíbles sus propuestas de recortes (prima de riesgo intratable, líderes europeos distantes y, justamente, insobornables e impasibles tanto a la arrogancia de los primeros momentos de Rajoy y su gobierno como a su desesperada y desesperante mendicancia de ahora). Deuda y déficit, ineficencia y agusanamiento mantenido por ciegos parásitos del estado instalados en intocables termiteros.
Que vomite Rajoy sus miedos y que sea él quien intervenga. Si no, que la Merkel descabece esta medusa sin fondo e inútil que es la estructura de nuestro estado, sin olvidar que UNA DEMOCRACIA DEBE SER SIEMPRE AUSTERA al servicio exclusivo de los ciudadanos hacia la excelencia.

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