TERTULIA: El “CORAJE”, recordando a Olegario González de Cardedal (TEÓLOGO). Del corazón nace el coraje como una extensión
hacia aquellas situaciones que reclaman valor y
valentía.
Nuestra procedencia socrática y cartesiana nos
inclina a pensar que bastan el saber y la claridad
para ser justos y buenos. La razón dice lo que es el
bien, pero la razón nos da fuerzas para realizarlo. Esa
razón autónoma, ahora hace un siglo, desencadenó
la Primera Guerra Mundial, y luego la segunda, que
devastó poblaciones y territorios, con un número
aproximado de ciento cincuenta millones de víctimas
entre 1914 y el final de la guerra de los Balcanes.
Actualmente, vemos cómo existe una situación
negativa que se manifiesta en las repercusiones de
la crisis económica sobre los más pobres, sobre una
clase media que había logrado llegar a una cierta
madurez y protagonismo político después de todas
las luchas y los esfuerzos del mundo obrero por
superar el abismo entre poder dirigente y masa
dirigida, entre minorías poderosas y pueblo empobrecido. Situación negativa manifiesta entre nosotros por la
ilegalidad de muchas acciones; la falta de control
que ha hecho posible desvíos y apropiaciones del
dinero público; la sensación de impunidad en que
quedan muchas violaciones de la ley; la convicción
generalizada de la casi imposible justicia por la
nueva recaída del poder judicial en manos del poder
político; la pérdida de confianza en los dirigentes,
etc.etc.
A estas ausencias morales se añaden reales
amenazas a la vida humana, comenzando por la
voluntad de no engendrar. Viene luego la amenaza a
la persona en sus inicios (aborto) y en sus finales
(eutanasia), la desaparición del sentido sagrado y de
las dimensiones últimas de la vida humana, la
pretensión de poder vivir en una fase pos-moral de
la historia con solo el código civil y el penal.
La travesía actual de este desierto moral
desenmascara a los cobardes y corrompidos a la
vez que acredita a los fuertes y serviciales ... Hay que volver a nuestros manantiales que han sido siempre
la cultura, la ética y la religión, refrescando sus imperativos: el primero con percepción crítica de
los problemas ( Bewusstsein), la atención al
imperativo interior que nos orienta hacia el bien en el
cumplimiento del deber(Gewissen).
El segundo es el
deber de ejemplaridad. En ciertos momentos pierden
su vigor las leyes y solo valen las personas.
El tercero es el coraje en la doble
vertiente de actitud personal y de acción histórica. El
coraje (no de la pasión ni del entusiasmo fácil), nace del convencimiento de cómo en ciertos
momentos hay que pasar de las ideas a la acción,
del retraimiento público a la participación
responsable. El coraje moral nos lleva a salir de la
irresponsabilidad, la cobardía, el escepticismo y la
insolidaridad. Coraje dice voluntad de verdad y de
justicia, esperanza y decisión, resistencia y acción.
Si se pierde la esperanza se pierde la audacia. Sin el coraje moral no se sostiene viva una sociedad
y menos todavía puede superar los momentos de
crisis. Coraje de cada persona y grupo humano con
responsabilidad pública, para que allí donde cada
uno está no prevalezcan la mentira, la injusticia, el
soborno, el chantaje, el encubrimiento.Cada ciudadano debe considerarse, en derechos y
deberes, responsable de la sociedad y del Estado.
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