sábado, 1 de febrero de 2014

Sólo la ceguera y la espumilla de la prepotencia

han hecho posible que en el burocratizado municipio de Barcelona con sus cegados sicarios se haya perseguido y multado a un hombre por pegar unas pegatinas en unas farolas.
"Miguel Romero, de 63 años, no sabía la que se le venía encima cuando decidió buscar trabajo colgando anuncios en las calles de Barcelona. Viudo y con dos hijos a su cargo, se le ocurrió ponerse a hacer mudanzas con su furgoneta y decidió anunciarse con unos cartelitos en los que publicitaba el servicio acompañado de su número de teléfono. El Ayuntamiento de Barcelona le reclama ahora 156.000 euros por 364 sanciones y los recargos correspondientes desde la primera multa, en 2010. El Instituto Municipal de Hacienda ha anunciado que estudiará el caso tras las reclamaciones del abogado de Romero".

2 comentarios:

Garibaldi dijo...

El Alcalde barcelonés entre otras grandes azañas a :
1. Quitado del edificio del Ayuntamiento una placa conmemorativa de la Constitución de 1837.
2. Prohibió el rodaje de un capítulo de la serie Isabel, precisamente cuando los Reyes Católicos recibieron a Colón en Barcelona
3. Se niega a poner una calle a Dalí y a Samaranch
4. Quiere proporcionarle al facineroso Mas el padrón para el famoso referéndum del 9-N.

Vaya perla de Alcalde, entre otras muchas cosas....

Taif dijo...

Tenemos que reaccionar ante tanto encanallamiento.