El diseñador valenciano Javier Mariscal, autor de Cobi, la mascota de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, dice estar sin trabajo, arruinado e incluso haciendo de "mantero" en la calle para ver "si la gente viene y me compra". En una entrevista con la revista literaria "Gurb", el dibujante reconoce que la crisis se llevó por delante todos sus proyectos. "Me arruiné, no lo supe hacer, y al mismo tiempo tuve un desengaño amoroso y terminé en el psiquiatra tomando pastillas". A pesar de ello, no esconde que ahora se siente más libre que nunca para decir lo que piensa, como que "a este Gobierno tan franquista que tenemos no le gusta la cultura". (EL MUNDO)
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