miércoles, 25 de noviembre de 2015

Abel Azcona, el pintor profanador, se confiesa.

"Mi madre era una prostituta drogadicta que debería haber abortado pero no se lo permitieron", comienza el relato de su infancia Abel Azcona, personaje que ha protagonizado una de las mayores profanaciones religiosas en España y que describe sus primeros años de vida como "una mezcla de maltratos, abusos sexuales y diferentes problemáticas". Problemáticas que él mismo ha reconocido en sus declaraciones públicas en numerosas ocasiones. "A mí con 16 años me diagnosticaron un trastorno de personalidad y una psicopatía leve", cuenta Azcona en una entrevista para justificar el hecho de que no siente ningún tipo de empatía, trastorno que achaca a los abusos que sufrió de pequeño. Abusos que ahora él ha decidido cometer con el Cuerpo de Cristo presente en la Eucaristía.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

REALMENTE SIN COMETARIO...SOLO ASCO.......G

Anónimo dijo...

Al muchacho parece que le faltan dos hervores. ¡Lástima!