Lo del trapo blanco no es buena idea. “Cuando veo en algún restaurante o en alguna casa que tienen el jamón cubierto solo con el famoso trapo blanco me pongo malo. La mejor manera de taparlo es con la propia grasa, que tenemos que guardar precisamente para eso cuando abrimos el jamón. Así no se oxida y perfectamente puede aguantar un mes”. No obstante, podemos ser más cuidadosos todavía con la recomendación de Anselmo Pérez: “Taparlo con su propio tocino está bien, pero lo que sucede es que a los pocos días, cuatro o cinco, ese tocino se oxida y transmite sabores de rancio. Por eso, lo más adecuado es ir limpiando el jamón cada vez que se corte eliminando los trozos de cortezas exteriores. Y, mejor todavía es cubrirlo con papel film bien pegado porque así conseguimos aislarlo del aire y evitar el proceso de oxidación. Después, y entonces sí, pero siempre encima del film, se puede poner un trapo para protegerlo de la luz”.
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