El Onze de Setembre nunca debió ser la Diada de Cataluña: no era difícil imaginar que los peores enemigos de Cataluña, los nacionalistas fanáticos que precisan manipular la Historia para aventar su mensaje falaz, iban a pervertir esa fecha incardinada en la historia de nuestras contiendas civiles hasta convertirla en efeméride de una suerte de estupefaciente guerra de España contra el Principado. Viven de mentir y excitar el odio y ahí siguen, emporcados en la tarea de enfrentar a los catalanes y dinamitar la convivencia en esas tierras, que tanto dicen amar. En el aquelarre de este domingo les dio por ir de blanco, pero su mensaje sigue siendo igual de sucio y de infame...
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